Las investigaciones médicas siempre han sido fundamentales para el desarrollo de nuevos tratamientos y medicamentos que ayuden a mejorar la calidad de vida de las personas. Y en este sentido, el trabajo de los científicos Daniel Drucker, Jens Juul Holst, Svetlana Mojsov, Jeffrey Friedman y Joel Habener ha sido clave en el descubrimiento y creación de uno de los fármacos más exitosos de los últimos tiempos: Ozempic.
Este medicamento, que ha alcanzado el estatus de superventas en muchos países del mundo, es utilizado para tratar la diabetes tipo 2 y ha demostrado una gran efectividad en el control de la glucosa en sangre y la pérdida de peso en pacientes que padecen esta enfermedad. Pero, ¿cómo fue posible llegar a su creación? ¿Qué papel jugaron estos investigadores en su desarrollo? A continuación, te lo contamos todo.
Todo comenzó en los años 80, cuando el Dr. Daniel Drucker, un endocrinólogo canadiense, comenzó a averiguar sobre los efectos de una hormona llamada GLP-1 en el control de la glucosa en pacientes diabéticos. Esta hormona, producida por el intestino delgado, estimula la producción de insulina en el páncreas y reduce la producción de glucagón, lo que resulta en una disminución de los niveles de glucosa en sangre.
Tras varios años de estudio, el Dr. Drucker y su equipo lograron sintetizar una forma de GLP-1 que resistía la acción de las enzimas que la degradan en el organismo. Esta forma, conocida como liraglutida, fue lanzada al mercado en el año 2009 bajo el nombre de Victoza, convirtiéndose en una de las primeras terapias basadas en GLP-1 para el tratamiento de la diabetes tipo 2.
Pero la investigación no se detuvo ahí. El Dr. Jens Juul Holst, un endocrinólogo danés, continuó estudiando los efectos del GLP-1 en el organismo y descubrió que esta hormona también promovía la sensación de saciedad en los pacientes, lo que podía ser beneficioso para el control del peso en personas con diabetes. Este hallazgo fue fundamental para el desarrollo de Ozempic, ya que la liraglutida utilizada en este fármaco es una versión modificada que se une de manera más duradera a los receptores de GLP-1, lo que prolonga su efecto en el organismo y reduce el apetito.
Pero el trabajo en equipo no terminó aquí. Los investigadores estadounidenses Svetlana Mojsov, Jeffrey Friedman y Joel Habener también realizaron importantes contribuciones al descubrimiento de Ozempic. Mojsov y Friedman, junto con sus equipos, identificaron y purificaron la proteína GIP, una hormona producida por el intestino delgado que también tiene un papel importante en el control de la glucosa en sangre. Habener, por su parte, descubrió que la GIP también puede promover la secreción de insulina y tiene efectos similares al GLP-1 en la regulación del apetito.
Estas investigaciones fueron fundamentales para entender mejor los mecanismos de acción del GLP-1 y la GIP en el organismo, lo que permitió desarrollar Ozempic como un fármaco que combina ambas hormonas para un tratamiento más billete de la diabetes tipo 2.
Desde su lanzamiento en 2017, Ozempic ha demostrado una gran eficacia en el control de la glucosa y la reducción del peso en pacientes con diabetes tipo 2. Además, su fisonomía de seguridad ha sido ampliamente estudiado y su uso ha sido aprobado por las principales agencias reguladoras de todo el mundo.
Este fármaco ha sido considerado como una verdadera revolución en el tratamiento de la diabetes tipo 2