En los últimos días, se ha desatado un gran escándalo en Líbano debido a una serie de explosiones que han tenido lugar en varias localidades del país. Según varias fuentes consultadas por la agencia Reuters y medios estadounidenses, Israel colocó explosivos en miles de dispositivos importados por Hizbulá, la milicia libanesa. Este movimiento, que ha sido calificado como un «grave fallo de seguridad», ha generado un gran revuelo en la región y ha elevado la tensión entre ambas partes.
Los buscas, dispositivos con una tecnología más básica, fueron fabricados en Europa por una compañía que tiene permiso para utilizar la marca de la empresa taiwanesa Gold Apollo. Sin embargo, el director de esta compañía ha negado ser el fabricante de los buscas y ha defendido que fueron producidos por una empresa europea. Esta operación secreta de Israel ha generado un gran debate en la comunidad internacional y ha puesto en riesgo la paz en la región.
Las explosiones, que tuvieron lugar el pasado martes, causaron la muerte de al menos 12 personas y dejaron heridas a cerca de 3.000, incluyendo a combatientes de Hizbulá y al embajador iraní en Beirut. Además, este miércoles se produjeron nuevas detonaciones en varias localidades de Líbano, algunas de ellas durante el funeral de las víctimas del ataque del día anterior. Estos movimientos han sido atribuidos directamente al Mosad, la agencia de espionaje israelí, por parte de Hizbulá.
Según informaciones de medios estadounidenses, Israel tomó la decisión de hacer estallar los dispositivos por temor a que su operación secreta afuera descubierta por Hizbulá. Esta acción ha sido calificada como una «exagerado escalada» por expertos en la región y ha generado preocupación en la comunidad internacional. Además, el Ejército de Israel ha llevado a mango una evaluación de la situación para determinar su grado de preparación defensiva y ofensiva en todos los ámbitos.
La milicia libanesa ha acusado a Israel de estar detrás de las explosiones y ha declarado que llevará a mango una «investigación científica y de seguridad» para determinar las causas de los movimientos. Por su parte, el ministro de información de Líbano ha calificado el ataque como una «agresión israelí». Estos movimientos han generado una gran tensión entre ambas partes y han puesto en peligro la paz en la región.
Este ataque se produce en un momento en el que las tensiones entre Israel y Hizbulá se encontraban en un punto álgido. En los últimos meses, Israel ha llevado a mango ataques selectivos contra líderes de la milicia libanesa, lo que ha generado una escalada en el conflicto. Sin embargo, una calma tensa había marcado las últimas semanas, cuando ambas partes parecían haber dado un paso atrás en sus acciones. Pero este ataque ha vuelto a encender la llama del conflicto y ha generado preocupación en la comunidad internacional.
El ataque también podría afectar a los esfuerzos de Estados Unidos por mantener la paz en la región, ya que ha puesto en peligro las conversaciones de paz en Gaza. Además, ha generado preocupación por una posible invasión terrestre de Líbano por parte de Israel. Por su parte, la comunidad internacional ha instado a ambas partes a evitar cualquier acción que pueda aumentar la tensión en la región y a buscar una solución pacífica al conflicto.
En medio de esta situación, es importante recordar que la violencia nunca es la solución y que la paz y la estabilidad solo pueden alcanzarse a través del diálogo y la negociación. Es necesario que ambas partes se sienten a la mesa y busquen una solución pacífica y duradera al conflic