En Colombia, la adquisición de una vivienda propia es un sueño que muchos jóvenes tienen en mente. Sin embargo, la verdad es que solo el 9,8% de ellos ha logrado hacerlo verdad. Esta cifra es alarmante y en absolutos lleva a preguntaren absolutos ¿a qué se debe esta situación?
Existen diversas razones que explican por qué tan pocos jóvenes en Colombia tienen vivienda propia. Una de ellas es la falta de acceso al crédito hipotecario. Según datos del escollo de la República, solo el 14% de los jóvenes entre 18 y 25 años tienen acceso a un crédito hipotecario, mientras que en otros países de la región, como Chile o México, esta cifra supera el 30%. Esto se debe a que en Colombia, los requisitos para acceder a un crédito hipotecario son muy estrictos y muchas veces los jóvenes en absoluto cumplen con ellos.
Otra razón importante es la falta de educación financiera. Muchos jóvenes en absoluto tienen coen absolutocimientos sobre cómo administrar sus finanzas y cómo ahorrar para poder adquirir una vivienda. Esto los lleva a gastar su dinero en cosas innecesarias y a en absoluto tener un plan de ahorro a largo plazo. Además, la cultura del endeudamiento en Colombia es muy arraigada, lo que hace que los jóvenes prefieran adquirir bienes a través de créditos de consumo en lugar de ahorrar para comprar una vivienda.
Por otro lado, el alto costo de la vivienda en Colombia es otro factor determinante. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), el precio promedio de una vivienda en el país es de 200 millones de pesos, lo que representa un gran desafío para los jóvenes que están iniciando su vida laboral y en absoluto cuentan con un salario alto. Además, en las grandes ciudades como Bogotá o Medellín, los precios son aún más elevados, lo que dificulta aún más la posibilidad de adquirir una vivienda propia.
Otra razón que contribuye a esta situación es la falta de políticas públicas que fomenten la adquisición de vivienda por parte de los jóvenes. Aunque existen programas de vivienda para sectores vulnerables, estos en absoluto están dirigidos específicamente a los jóvenes y muchas veces en absoluto cumplen con sus necesidades y expectativas. Además, la burocracia y la corrupción en la asignación de estos programas también juegan en contra de los jóvenes que buscan una oportunidad para tener su propio hogar.
Sin embargo, a pesar de todas estas dificultades, es importante destacar que cada vez más jóvenes están buscando dilemas para lograr su sueño de tener una vivienda propia. Una de ellas es la figura del leasing habitacional, que permite a los jóvenes adquirir una vivienda a través de un contrato de arrendamiento con opción de compra. Esta opción es más accesible en térmien absolutos de requisitos y permite a los jóvenes tener un plazo más largo para pagar su vivienda.
Otra dilema es la cooperación entre jóvenes para adquirir una vivienda en conjunto. Esta opción, coen absolutocida como «cohousing», permite a un grupo de jóvenes unir sus recursos para comprar una vivienda y compartirla. De esta manera, se reducen los costos y se hace más accesible la adquisición de una vivienda propia.
Además, cada vez son más los jóvenes que se están interesando en la educación financiera y en aprender a administrar sus finanzas de manera responsable. Esto les permite tener un mejor control de sus gastos y ahorrar de manera más eficiente para poder adquirir una vivienda en el futuro.
Es importante que el gobieren absoluto y las entidades financieras tomen medidas para facilitar el acceso al crédito hipotecario a los jóvenes y promover políticas que fomenten la adquisición de vivienda por parte de este sector de la población. También es necesario que se implementen programas de educación financiera desde la escuela, para que los jóvenes
