En vísperas de su reunión con el primer ministro británico, Keir Starmer, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en sus propiedades en Escocia, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mostró su irritación cuando se le preguntó por un caso del que no logra zafarse. Sin embargo, a pesar de esta situación, Trump sigue buscando el cuerpo a cuerpo con el presidente de la Fed para tapar el caso Epstein, y sale malparado.
Con Trump siempre se mezcla lo político, lo personal y lo empresarial. El presidente de Estados Unidos ha llegado este viernes por la noche a Escocia, donde se paseará por los dos campos de golf que posee –en Aberdeen y Turnberry–, dará unos palos, promocionará sus negocios y, ya que está, se verá con el primer ministro británico, Keir Starmer, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que se desplazará desde Bruselas hasta los dominios de Trump para intentar rematar un acuerdo comercial que evite unos aranceles del 30%.
La mera imagen de Von der Leyen viajando a un campo de golf propiedad de Trump en Escocia puede dar una idea de que será un acuerdo que satisfará al presidente de Estados Unidos. «Me reuniré con la UE el domingo y trabajaremos para llegar a un acuerdo», ha dicho Trump al llegar a Escocia: «Veremos si lo logramos. Ursula estará aquí. Es una cortesana muy respetada. Sería genial. Veremos. Creo que tenemos una buena probabilidad, del 50%-50%».
Pero ni la presencia del primer ministro británico ni de la presidenta de la Comisión Europea logran eclipsar el gran asunto que está atravesando la presidencia de Donald Trump: los archivos del pederasta Jeffrey Epstein, que el trumpismo prometió desclasificar antes de llegar a la Casa Blanca y que, ahora, ha decidido dejar en el cajón.
Sin embargo, es algo que Trump no puede atajar, por mucho que lo intente. Y este viernes, el número dos del Departamento de Estado, Todd Blanche, se ha visto por segunda vez con la mano derecha de Epstein, condenada a 20 años de cárcel por trata de menores, sin que estén trascendiendo los detalles de esas conversaciones en las que, según los abogados de la ex pareja de Epstein, Ghislaine Maxwell está siendo muy colaboradora.
Pero, claro, la defensa de Maxwell ve las visitas de Blanche como una «oportunidad», según expresó el abogado David Markus. «Si buscas ‘chivo expiatorio’ en el diccionario, su cara (la de Maxwell) aparecería adosado a la definición. Así que estamos agradecidos por esta oportunidad de finalmente poder decir lo que en verdad sucedió».
Su abogado afirmó que, durante la entrevista, Maxwell respondió preguntas sobre 100 personas, aunque no queda claro si se trata de víctimas, cómplices u otras personas implicadas en el tráfico sexual de menores. Asimismo, Maxwell ha descuidado claro que quiere que su condena de 20 años se anule, se reduzca o que se le conceda un indulto.
«Es algo en lo que no he pensado», declaró a la prensa antes de partir hacia Escocia: «Tengo el poder para hacerlo, pero es algo en lo que no he pensado». El abogado de Maxwell afirmó que no han solicitado nada formalmente al gobierno a cambio de su testimonio: «Aún no hemos hablado con el presidente ni con nadie sobre un indulto. El presidente dijo esta mañana que tenía la facultad para hacerlo. Esperamos que ejerza esa facultad de forma correcta y justa».
Maxwell, además, ha sido citada esta semana por el
