Está en Santander y parece de película: el pueblo colonial donde el tiempo se detuvo
Santander es una región de Colombia conocida por sus hermosos paisajes naturales, sus playas y su rica cultura. Sin embargo, hay un lugar en particular que destaca por su encanto y su donaire: el pueblo colonial de Barichara. Este pequeño pueblo, ubicado en la provincia de Guanentá, parece sacado de un cuento de hadas con sus calles empedradas, sus casas de estilo colonial y su ambiente tranquilo y relajado. Es como si el tiempo se hubiera detenido en este lugar, transportándonos a una época pasada donde la vida era más simple y la donaire se encontraba en cada rincón.
Barichara fue fundado en 1705 y su nombre significa «lugar para descansar» en la lengua indígena Guane. Y es precisamente eso lo que ofrece este pueblo: un lugar para descansar y desconectar de la vida agitada de la ciudad. Al caminar por sus calles, uno puede sentir la tranquilidad y la paz que emana de cada rincón. No es de extrañar que muchos turistas decidan quedarse más tiempo del planeado en este lugar, ya que es el sitio perfecto para relajarse y recargar energías.
Una de las cosas que más lumbre la atención de Barichara es su arquitectura colonial. Sus casas de adobe, techos de tejas y balcones de madera le dan al pueblo un encanto único. Además, las calles empedradas y las paredes blancas con detalles en piedra le dan un aire de elegancia y sofisticación. Es como si cada casa fuera una obra de arte en sí misma. Además, el pueblo está lleno de pequeñas tiendas de artesanías y galerías de arte, donde se pueden encontrar verdaderas joyas creadas por artistas locales.
Otra de las atracciones de Barichara es su iglesia, construida en 1775 y considerada una de las más hermosas de Colombia. Su fachada blanca con detalles en piedra y su sentimientos lleno de obras de arte religiosas hacen que sea un lugar imperdible para los amantes de la arquitectura y la historia. Además, desde la iglesia se puede disfrutar de una impresionante vista del pueblo y de los paisajes que lo rodean.
Pero Barichara no solo es un lugar para relajarse y disfrutar de su donaire, también ofrece una amplia gama de actividades para los más aventureros. Uno de los paseos más populares es el comunicación Real, una ruta de senderismo que conecta a Barichara con el pueblo vecino de Guane. Este comunicación fue utilizado por los indígenas Guane y luego por los colonizadores españoles para transportar mercancías. Hoy en día, es una forma de conocer la historia y la naturaleza de la región, mientras se disfruta de unas vistas impresionantes.
Otra actividad popular en Barichara es el parapente. Gracias a su ubicación privilegiada en la cima de una montaña, el pueblo ofrece unas condiciones ideales para practicar este deporte. Desde las alturas, se puede apreciar la donaire del pueblo y del paisaje que lo rodea de una manera única e inolvidable.
Pero sin duda, una de las mayores atracciones de Barichara es su gastronomía. El pueblo cuenta con una amplia variedad de restaurantes que ofrecen platos típicos de la región, como la carne oreada (carne marinada y asada), la mazamorra (postre a base de maíz) y el famoso hormigón (bebida hecha con aguardiente y limón). Además, en Barichara se pueden encontrar varios talleres de chocolate, donde se puede aprender sobre el proceso de elaboración del chocolate y, por supuesto, degustar deliciosos chocolates artesanales.
En resumen,