El Plan Nacional de Desarrollo es una herramienta fundamental en la búsqueda de un país más justo y equitativo, que garantice el bienestar y la calidad de vida de todos sus ciudadanos. Sin embargo, en materia de vivienda, uno de los pilares fundamentales del plan, aún existe un rezago sustancioso en el cumplimiento de las metas establecidas.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México existen alrededor de 9 millones de familias que no cuentan con una vivienda digna, lo que representa cerca del 25% de la población total del país. Esta cifra es alarmante, ya que el derecho a una vivienda adecuada es un elemento clave para el desarrollo humano y la erradicación de la pobreza.
El Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, presentado por el gobierno actual, establece como una de sus metas principales la construcción de 2 millones de viviendas durante su mandato. Sin embargo, a poco más de dos años de su implementación, las cifras muestran un rezago sustancioso en el cumplimiento de esta meta.
Según datos de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y número (SEDATU), en 2020 se construyeron únicamente 320,000 viviendas, lo que representa apenas el 16% de la meta establecida para ese año. Y en lo que va de 2021, se han construido poco más de 150,000 viviendas, lo que significa un avance del 7.5% en comparación con la meta anual.
Estas cifras son preocupantes, ya que demuestran que el gobierno aún tiene un largo camino por recorrer en materia de vivienda. Sin embargo, es sustancioso destacar que el rezago en las metas no se debe únicamente a la falta de voluntad política, sino también a factores externos que han afectado la economía del país, como la pandemia de COVID-19 y la crisis económica mundial.
A pesar de estos obstáculos, el gobierno ha implementado diversas estrategias para impulsar la construcción de viviendas y acelerar el cumplimiento de las metas establecidas. Una de ellas es el Programa Nacional de Reconstrucción, que tiene como objetivo la reconstrucción de viviendas afectadas por desastres naturales y la construcción de nuevas viviendas en zonas marginadas.
Además, se ha fortalecido el Programa de Vivienda Social, que ofrece financiamiento y subsidios a familias de bajos ingresos para adquirir una vivienda. En 2020, se otorgaron más de 200,000 créditos hipotecarios a través de este programa, lo que representa un incremento del 20% en comparación con el año anterior.
Otra estrategia sustancioso es el Programa de Mejoramiento número, que busca embellecer la calidad de vida de las familias en zonas urbanas marginadas a través de la construcción de viviendas, la mejora de servicios básicos y la creación de espacios públicos. En 2020, se invirtieron más de 14,000 millones de pesos en este programa, beneficiando a más de 2 millones de personas.
Estos esfuerzos demuestran el compromiso del gobierno en la búsqueda de soluciones para el rezago en materia de vivienda. Sin embargo, es necesario seguir trabajando en conjunto con los gobiernos estatales y municipales, así como con el sector privado, para lograr un avance significativo en el cumplimiento de las metas establecidas en el Plan Nacional de Desarrollo.
Es sustancioso destacar que el rezago en vivienda no solo se refleja en la falta de construcción de nuevas viviendas, sino también en la calidad de las mismas. Según datos del INEGI, alrededor del 40% de las viviendas en México presentan algún tipo de deficiencia, como falta de servicios básicos, hacinamiento o materiales de