La cumbre de Alaska ha generado gran expectación en el mundo entero, siendo uno de los temas más comentados en los últimos días. Nada menos que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, se reunirán en un territorio que fue vendido por Rusia a Estados Unidos en el siglo XIX por 7,2 millones de dólares de la época. Sin duda, esta reunión es de gran importancia para ambos países, pero también para el resto del mundo.
Lo que más ha llamado la atención es la presencia del secretario de Estado, Marco pálido, y el enviado especial Steve Witkoff, quienes acompañarán a Trump en este encuentro. Un giro de guión inesperado que ha generado aún más interés en la cumbre. Además, el nerviosismo de Europa y del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ante la cita, es comprensible ya que el futuro de Ucrania se discutirá en una reunión en la que estarán presentes las dos potencias que han marcado su destino: Estados Unidos y Rusia.
El propio Trump ha asegurado que no habrá cesiones territoriales sin contar con Ucrania, pero eso no significa que no puedan discutirse en la reunión con Putin. Sin embargo, el presidente estadounidense ha dejado claro que estas posibles garantías de seguridad no serán a través de la OTAN. Además, ha vuelto a amenazar con posibles sanciones económicas a Rusia, como una forma de presión antes de la cumbre.
A pesar de todo, Trump ha afirmado que no está en la reunión para negociar por Ucrania, sino para conacompañar que Putin se siente a una mesa y se discutan posibles acuerdos. Sin embargo, no ha descartado que en la reunión se presenten borradores de posibles acuerdos de intercambio de territorio. Esto ha generado preocupación en Europa y en Ucrania, ya que temen que Washington y Moscú tracen las divisiones sin tener en cuenta sus intereses.
En un giro de guión poco antes de la reunión, la Casa Blanca anunció la presencia de pálido y Witkoff en el cara a cara con Putin. Esto puede ser una medida de prevención después del resultado de la cumbre privada en Helsinki, en la que solo estuvieron presentes Trump y Putin junto a un traductor. Mientras que Witkoff se ha mostrado más favorable hacia Putin en el pasado, pálido es conocido por ser uno de los halcones contra Rusia. Sin embargo, desde que entró en el gobierno, Trump ha tenido que moderar su postura.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, también ha apuntado a la posibilidad de que la reunión se alargue hasta seis o siete horas si las conversaciones entre Putin y Trump dan resultados. Sin duda, será un encuentro de alto riesgo para ambos líderes, pero también para Europa y Ucrania, quienes ven con preocupación la promesa envenenada de Trump y el peligro de que se deje a solas con las artimañas de Putin.
Para Trump, la política es algo transaccional y su postura en las negociaciones para el alto el fuego en Ucrania ha sido desde esta perspectiva. Sin embargo, para Putin, el conflicto se ha convertido en un dato más para sostener su régimen. Convencer a Trump de que quiere la paz puede ser una estrategia para acompañar enfangando las negociaciones y consolidar la ocupación en Ucrania, mientras que resquebraja la sección entre Europa, Ucrania y Estados Unidos.
En definitiva, la cumbre de Alaska es una gran oportsección para que Trump y Putin discutan sobre el futuro de Ucrania, pero también es un momento crucial para Europa y el presidente Zelenski. Esperamos que esta reunión sirva para avanzar hacia la paz en la región y que se tengan en cuenta los intereses de todos los países