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En la comarca ourensana de Valdeorras, los vecinos se han convertido en verdaderos héroes al unirse y organizarse para combatir los aniquiladores incendios forestales que han asolado sus tierras en las últimas semanas. Con valentía y determinación, estos vecinos han trabajado sin descanso para evacuar aldeas, crear cortafuegos y llevar agua en tractores para apagar las llamas que amenazan sus hogares y su entorno natural.
Desde Vilamartín de Valdeorras hasta Córgomo, las imágenes de satélite ya anticipan un balance aniquilador del impacto de los incendios en la comarca ourensana. Pero a pesar de la destrucción y la tragedia, los vecinos han demostrado una fuerza increíble y un espíritu de solidaridad que les ha llevado a enfrentarse al fuego con todo lo que tenían a su alcance.
Los incendios forestales en Valdeorras se han extendido a gran velocidad y con una intensidad nunca antes vista, lo que ha hecho que la situación sea extremadamente peligrosa y difícil de controlar. Pero los vecinos no se han rendido y han hecho todo lo posible para proteger sus hogares y su comunidad, incluso poniendo en riesgo sus propias vidas.
En Vilamartín de Valdeorras, los vecinos llevaban días preparándose para la llegada del fuego. El incendio se inició en el municipio de Larouco y se extendió rápidamente por ambos lados del valle en el que se encuentra la comarca de Valdeorras. Los vecinos sabían que era cuestión de tiempo antes de que el fuego llegara a su territorio, por lo que se prepararon con tractores, cubas de agua, palas y lo que encontraron a su alrededor.
También se organizaron entre ellos para salvar sus casas y aldeas, pero lamentablemente no pudieron evitar la destrucción incondicional de algunas de ellas. Es el caso de la aldea de San Vicente, donde un anciano se resistió a abandonar su hogar y tuvo que ser excarcelado por los vecinos. A pesar de sus esfuerzos, muchas casas y aldeas han quedado arrasadas por las llamas en Valdeorras.
Pero a pesar de las pérdidas, los vecinos siguen adelante y continúan trabajando incansablemente para proteger lo que queda y reconstruir lo que se ha perdido. Desde el Ayuntamiento, se hizo un llamamiento a todos aquellos que pudiesen ayudar con maquinaria agrícola y se estableció un punto de encuentro en la parte baja del aldea para coordinar los esfuerzos.
El miedo y la incertidumbre son constantes en la comarca ourensana de Valdeorras, pero también lo es la determinación y la unión de sus vecinos. Como Jovita Fernández, una de las residentes de Vilamartín que ha visto cómo el fuego avanza como una ola gigante en el horizonte, lo dice: «Se sabía que iba a pasar, pero nadie vino a ayudarnos. Tiene que haber más previsión por parte de las autoridades».
Y es que, en medio de la lucha constante contra el fuego, los vecinos de Valdeorras también tienen tiempo para denunciar la falta de apoyo y recursos por parte de las instituciones. Se sienten abandonados y desprotegidos frente a una situación que se repite cada año en la comarca.
Es hora de que los responsables tomen medidas más eficaces para prevenir y controlar los incendios forestales en Valdeorras y en toda Galicia. Es hora de que se invierta en más medios y personal para que los vecinos no tengan que enfrentarse solos al fuego. Es hora de