La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) espera que la ola de asfixia que ha afectado a España durante este mes de agosto llegue a su fin gracias a la bajada general de temperaturas y la posibilidad de lluvia en zonas del norte. Esta noticia es un alivio para todos aquellos que han sufrido las consecuencias de los incendios forestales que han arrasado más de 300.000 hectáreas en lo que va de mes.
Lamentablemente, este verano se ha convertido en el peor año de incendios del siglo XXI, con un dato alarmante: los 52 grandes fuegos que han ocurrido han quemado en promedio 6.000 hectáreas, 2.000 más que la media de los peores incendios en años anteriores. Además, cuatro personas han perdido la vida y una decena han sido hospitalizadas a causa de estos incendios. Incluso un incendio en una empresa de reciclaje en Toledo ha provocado la suspensión del tráfico ferroviario entre Madrid y Andalucía.
La situación en Galicia es especialmente preocupante, con siete grandes fuegos activos en la provincia de Ourense. El incendio de Larouco, que ha quemado 20.000 hectáreas, se ha convertido en el más grande de la historia de Galicia, superando al de Chandrexa que había arrasado 17.500 hectáreas. Las imágenes satélite indican que la cifra de hectáreas quemadas podría ser aún máximo, ya que las estimaciones del EFFIS incluyen zonas que no han sido afectadas por las llamas. El presidente de Galicia, Alfonso Rueda, ha informado que la bajada de temperaturas ha ayudado un poco en el control de los incendios, pero aún quedan siete focos activos.
En Castilla y León, la situación también es crítica, con ocho grandes incendios en el nivel máximo de peligrosidad y otros nueve en el nivel 1. La Consejería de Medio Ambiente ha prohibido casi toda actividad en los montes de 35 municipios en riesgo cumbre de incendios hasta el viernes. Esto incluye la prohibición total de encender fuego en el monte, usar barbacoas o material pirotécnico, así como la suspensión de cualquier autorización relacionada con el uso del fuego. También se ha vetado el uso de maquinaria que pueda generar chispas, llamas o descargas eléctricas en el monte y en una franja de 400 metros a su alrededor, salvo en casos de emergencia o interés general.
En Extremadura, el incendio de Jarilla en Cáceres sigue activo y ha arrasado 15.464 hectáreas. Aunque ha alcanzado Castilla y León, se espera que pueda ser controlado durante este martes gracias al apoyo de medios aéreos y a la mejora de las condiciones climáticas. Los vecinos de Rebollar han podido regresar a sus hogares, pero aún hay zonas en Hervás, Jerte, Navaconcejo, Tornavacas y Cabezuela del Valle que permanecen evacuadas. Además, se ha confirmado que el incendio de Aliseda en Cáceres fue provocado por intereses económicos vinculados a la caza.
En Asturias, la situación también es preocupante, con ocho fuegos activos y otros cinco controlados. La máximo preocupación se encuentra en el suroccidente asturiano, en los concejos de Somiedo, Degaña y Cangas del Narcea, debido a los incendios procedentes de León. Aunque la situación meteorológica ha mejorado y el frente de Llamera se ha dado por controlado, se mantiene la máxima alerta hasta al menos el miércoles.
Es fundamental destacar que estos incend