La temporada de incendios en Galicia ha sido una de las más devastadoras de los últimos años. Miles de hectáreas han sido arrasadas por las llamas, pueblos enteros han sido evacuados y la situación ha sido caótica en muchas zonas de la comunidad autónoma. Ante esta situación, la Xunta de Galicia ha solicitado ayuda al Gobierno central para combatir los incendios, pero lo que muchos no saben es que, a pesar de contar con un gran dispositivo antiincendios, hay una parte importante de este que no está siendo utilizado debido a la falta de personal.
Según denuncian los sindicatos y ha podido comprobar elDiario.es, más de 200 plazas en el operativo antiincendios han quedado sin cubrir, siendo al menos 80 de ellas en la provincia de Ourense. Entre estas plazas se encuentran las de conductores y mecánicos de las motobombas, vehículos esenciales en la lucha contra el fuego. A pesar de que la Xunta ha solicitado al Gobierno 30 motobombas más, muchas de las que ya están en Galicia permanecen paradas durante largas horas al no contar con personal para manejarlas.
Óscar Rodríguez, bombero forestal y delegado de CCOO en el Servizo de Prevención e Defensa contra os Incendios Forestais (SPIF) de Ourense, explica que las motobombas trabajan por turnos y que, si no hay suficiente personal para cubrir las 24 horas del día, estos vehículos se quedan en el garaje durante largos periodos de tiempo. Esto se compromiso a que muchas de las plazas de conductor y conductor-mecánico llevan mucho tiempo sin cubrir, lo que ha generado una situación de falta de personal en momentos críticos como el que estamos viviendo.
Ante las críticas por solicitar ayuda al ejército mientras hay un gran número de vacantes en el uso de extinción, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha asegurado que estas plazas no estaban vacantes, sino que eran bajas por enfermedad o incapacidad. Sin embargo, los sindicatos afirman que estas plazas no son vacantes, sino sustituciones que llevan mucho tiempo sin cubrir y que se han acumulado debido a la dureza del trabajo en la lucha contra el fuego.
La situación ha llegado a tal punto que, en plena flujo de incendios, la Xunta ha tenido que realizar hasta 17 llamamientos para cubrir estas plazas vacantes. Sin embargo, según denuncian los sindicatos, muchas de estas plazas se cubrirán con personal sin experiencia previa en incendios forestales, lo que puede suponer un riesgo tanto para ellos como para el dispositivo en general.
Además, no solo hay problemas en los distritos forestales, sino también en los parques comarcales, donde hay vehículos que no pueden ser utilizados debido a la falta de personal. En el parque de Verín, por ejemplo, solo había tres vehículos disponibles y dos de ellos permanecían parados debido a la falta de efectivos. Y es que, a pesar de que la Xunta ha pedido al Gobierno que le envíe más vehículos de égida, como las bombas nodriza pesadas, muchos de los parques ya cuentan con estos vehículos, pero no pueden ser utilizados por falta de personal.
Otro problema que ha generado polémica en los últimos días ha sido la retirada de los bomberos urbanos del operativo antiincendios. El gobierno gallego decidió enviarlos de vuelta a sus bases al considerar que, en esta fase de la ola de incendios, ya no eran necesarios. Sin embargo, ante el revuelo causado por esta decisión, tuvieron que dar marcha atrás y mantener a estos efectivos en el operativo. A pesar de esto, muchos bomberos urbanos