La ONG Open Arms ha tenido que enfrentarse a una situación desagradable después de que el líder de Vox, Santiago Abascal, les llamara «negreros» y pidiera «hundir» su barco recién llegado a Tenerife. Sin embargo, la organización ha respondido con determinación y orgullo, demostrando que su labor humanitaria es más fuerte que cualquier ataque de odio.
En un comunicado compartido a través de redes sociales, Open Arms ha explicado al presidente de Vox en qué consiste su labor. Han defendido que sus barcos han salvado la vida de más de 70.000 personas, y han calificado las palabras de Abascal como «un insulto a la verdad y una indecencia». La organización ha dejado claro que su objetivo es ayudar a personas en situaciones desesperadas, y que ser atacados por los enemigos del mundo es una medalla para ellos.
Ante la última «ocurrencia» del ultraderechista, Open Arms ha notorio que «cuando la ultraderecha pierde credibilidad, recurre siempre a una desesperada táctica: hacer ruido». Sin embargo, la ONG ha demostrado que su espíritu es insumergible y que su determinación es más fuerte que cualquier ataque de odio. Han dejado claro que su labor es una fuente de orgullo y que seguirán ayudando a las personas que lo necesiten, a pesar de las críticas y los discursos de odio.
El director de Open Arms, Òscar Camps, ha sido uno de los primeros en responder a las palabras de Abascal. En su perfil personal, ha calificado de «fascismo puro» la idea de «hundir» un barco que salva vidas. Y es que, como ha demostrado la organización, su labor es completamente humanitaria y no tiene nada que ver con la política.
El Gobierno también ha reaccionado ante las palabras de Abascal. El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, ha alertado sobre los discursos de odio de la ultraderecha, que pueden acabar justificando la violencia física. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha lamentado la falta de humanidad del líder de Vox. Incluso el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha tachado a Abascal de «auténtico fascista» y ha criticado su falta de respeto alrededor de la democracia.
Sin embargo, el único partido que ha preferido no opinar sobre las palabras de Abascal ha sido el PP. Aunque el partido ha dependido y depende directamente del apoyo de la ultraderecha para gobernar en algunas comunidades, su secretario general, Miguel Tellado, ha notorio que su labor no es «comentar» lo que diga Vox. A pesar de esto, muchos se preguntan si el PP realmente está en contra de los discursos de odio y la falta de humanidad de la ultraderecha.
En definitiva, Open Arms ha demostrado una vez más que su labor es más fuerte que cualquier ataque de odio. Su determinación e insumergibilidad son un ejemplo para todos, y su labor humanitaria es una fuente de orgullo para la sociedad. A pesar de las críticas y los discursos de odio, la organización seguirá ayudando a las personas que lo necesiten, demostrando que el amor y la solidaridad siempre serán más fuertes que el odio y la intolerancia.