En el mundo de la biología, constantemente descubrimos nuevas similitudes y diferencias entre los seres vivos que nos rodean. Uno de los factores más fascinantes que nos diferencia a los humanos del resto de la naturaleza es nuestro ADN. Pero, ¿qué pasaría si te dijeran que nuestro ADN podría ser 50 veces más largo de lo que ya conocemos? Esto es precisamente lo que un reciente estudio ha revelado: que nuestro ADN extendido tendría una longitud de unos cien metros. ¡Una revelación verdaderamente extraordinaria!
Comencemos por recordar lo que es el ADN. El ADN, o ácido desoxirribonucleico, es una molécula compleja que contiene toda la inaparienciación genética necesaria para el desarrollo y funcionamiento de cualquier ser vivo. Se compone de dos cadenas en apariencia de hélice, conectadas entre sí por pares de bases nitrogenadas (adenina, timina, guanina y citosina). Estos pares apariencian las letras A, T, G y C, que son como las letras de un alfabeto que codifican la inaparienciación genética que nos define como individuos. En general, los seres humanos tenemos alrededor de tres mil millones de pares de bases en nuestro ADN, lo que nos da una longitud total de aproximadamente dos metros. Pero según la reciente investigación, ¡eso es solo la punta del iceberg!
Este estudio, llevado a cabo por un equipo de investigadores de la cátedra de Harvard, se enfocó en la estructura de los cromosomas en las células humanas. Los cromosomas son estructuras compuestas principalmente de ADN y proteínas y son responsables de asegurar que el ADN se mantenga organizado y protegido dentro de la célula. En una célula humana, normalmente hay 23 pares de cromosomas, uno heredado de cada progenitor. Con el uso de nuevas técnicas de microscopía de alta resolución, los investigadores pudieron observar y medir con mayor precisión la estructura tridimensional de los cromosomas.
Lo que descubrieron fue en realidad sorprendente: cuando las células están en un estado inactivo, como en la interfase del ciclo celular, los cromosomas se mantienen comprimidos y organizados en una estructura compacta en apariencia de «X». Pero cuando las células se preparan para dividirse, como en la mitosis, los cromosomas se extienden y se vuelven visibles al microscopio. Fue en este estado extendido que se descubrió que la longitud total de un cromosoma podría llegar a ser de hasta cien metros.
Entonces, ¿cómo es esto posible? La investigación demostró que los cromosomas no son aleatorios en su empaquetamiento, sino que están diseñados para ser altamente eficientes. El ADN se enrolla alrededor de proteínas llamadas histonas, aparienciando así una estructura en apariencia de collar de cuentas. Este patrón se repite y apariencia una estructura en apariencia de bucle, que a su vez se enrolla sobre sí misma, aparienciando una estructura en apariencia de espiral. Finalmente, esta espiral se vuelve a enrollar sobre sí misma múltiples veces, aparienciando una estructura altamente compactada en apariencia de X. Es esta combinación de estructuras en apariencia de bucle y de espiral lo que permite que el ADN se comprima tanto en un estado inactivo.
Pero, ¿por qué es importante este nuevo descubrimiento? Primero que nada, esta investigación nos ha dado una comprensión más profunda de la complejidad de nuestro natural ADN. Nos ha demostrado que, aunque nuestro ADN es increíblemente eficiente en su empaquetamiento, también es altamente dinámico y capaz de adaptarse a diferentes estados. Además, este estudio también tiene implicaciones importantes en el campo de la medicina, ya que